EL IMPERIO OTOMANO

(1300-1923)

Pérdidas Territoriales

En 1683, el Imperio otomano ya teniendo entre sus posesiones al reino de Hungría desde 1541, decidió avanzar hacia Viena. De esta manera, se produjo el Sitio de Viena, el cual resultó un completo fracaso, puesto que las fuerzas del Sacro Imperio Romano Germánico se aliaron con las de Lorena y el Reino de Francia formando una Liga Santa. De inmediato, luego de expulsar a los turcos otomanos de los territorios del imperio germánico, varias batallas menores se fueron sucediendo y tras la iniciativa del emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I de Habsburgo los ejércitos de la Santa Liga avanzaron hacia Buda, la capital del Reino de Hungría ocupado por los turcos. De esta manera, muchos nobles europeos se pusieron al servicio del emperador Leopoldo I, entre ellos el Príncipe Eugenio de Saboya y luego de un largo asedio, se consiguió la liberación de Hungría en 1686 y la expulsión de los turcos otomanos del reino europeo, que pasó bajo control germánico.

Estas derrotas sucesivas sumado al aislamiento diplomático que siempre mantuvieron con otras naciones ocupadas y sus vecinos fueron entre otras, varias de las causas que motivaron el declive del imperio. Bien es cierto que algunos otomanos rompieron, al menos parcialmente, este aislamiento durante el siglo XVIII a través de cierto número de canales que se establecieron con Occidente. Un reducido número de embajadores otomanos fueron enviados para firmar tratados y participar en negociaciones y, aunque no se quedaban mucho tiempo, fueron los primeros en comprender algo de lo que pasaba en Europa. Además, al Imperio otomano llegaban mercaderes, viajeros y cónsules, por lo que a los otomanos les fue imposible seguir evitando este contacto. Fue poco a poco como las costumbres y saberes europeos empezaron a entrar entre las clases dirigentes.

Sitio de Viena de 1683

A partir de entonces, los otomanos descubrieron que su poderío militar (basado en la disciplina de la infantería de jenízaros y la caballería de Sipahi) estaba naufragando y resolvieron abrirse a la diplomacia occidental. De esta manera, los comerciantes cristianos de Constantinopla (los fanariotas) se abrieron paso en la administración otomana. Este proceso duró todo el siglo XVIII, pero motivó el surgimiento de la Gran Idea de reemplazar el Imperio otomano por un Imperio Griego. Los griegos se alzaron en armas a comienzos del siglo XIX y obtuvieron su independencia en 1823, pero jamás llegaron a concretar la Gran Idea. Los otomanos se volvieron más fanáticamente musulmanes que nunca, y se enredaron irremisiblemente en el juego político de las potencias coloniales de Occidente, al tiempo que el Imperio sobrevivía a las sublevaciones que sus propios jóvenes oficiales, educados en el arte de la guerra occidental, promovían en nombre de esos mismos valores occidentales que habían recibido. El «hombre enfermo de Europa», como se calificó al Imperio, sobrevivió aún tres cuartos de siglo más, gracias al apoyo de Inglaterra (que necesitaba a los otomanos para contrarrestar las ambiciones de Rusia de alcanzar el Mar Mediterráneo). Esto no impidió que los otomanos perdieran virtualmente la administración de Egipto, al tiempo que los pueblos cristianos de los Balcanes (Serbia, Rumania, Bulgaria y Albania) se iban independizando uno detrás de otro.

http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_otomano#P.C3.A9rdidas_territoriales


abril 12, 2010 - Posted by | Guerras

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